[vc_row][vc_column][vc_column_text]Existen algunos detalles que debemos tener en consideración al momento de hacer cambios en nuestra dieta y hábitos.
Cuando partimos con una nueva estructura alimentaria, es normal querer “eliminar” ciertos productos que típicamente son conocidos por aportar más calorías, grasa o azúcares, cambiándolos por los que parecieran ser más saludables y que se acomodarían mejor a este cambio de alimentación.
Pero ¿Y si no sabemos la porción, estamos haciendo lo correcto?
Ten en cuenta lo siguiente:
- No es necesario eliminar, puedes consumir de todo en la medida correcta de acuerdo a tu gasto energético y requerimientos nutricionales personalizados.
- Intercambia alimentos del mismo grupo, sin pensar que algunos son “más libre consumo”, ej: consumir más avena que pan por pensar que es más saludable, de seguro te pasarás en la ingesta ya que son productos equivalentes.
- No te prives de esos alimentos que más te gustan, sólo conseguirás sentir ansiedad y descontrol al ingerirlos, mejor dales frecuencia semanal. Ej: 1 v/semana consumiré 1 cda de manjar, en un horario que me guste y acomode.
- No te llenes de productos sin azúcar y “light”, ya que puedes sentir que son más seguros y terminas comiendo más. Prefiere productos naturales, sin aditivos, con pocos ingredientes, y aunque estos parecieran tener más aporte calórico, pueden ser más beneficiosos y mejores para tus procesos hormonales, ejemplo: la palta o los frutos secos, que son fatalizados por su aporte energético pero son altamente nutritivos.
- Siendo riguroso/a la mayor parte del tiempo si o sí los resultados llegarán, comer fuera del plan alimenticio de vez en cuando no afectará el objetivo final, sino más bien te ayudará a seguir con más control y seguridad.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”1/4″][vc_single_image image=”25075″ style=”vc_box_circle_2″][/vc_column][vc_column width=”3/4″][vc_column_text]
Por la Nutricionista Francisca Bustamante[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]