[vc_row][vc_column][vc_column_text]Esta es una clásica pregunta que se hacen los pacientes. El autoconocimiento es fundamental en estos casos y es ahí en donde la atención plena nos puede ayudar bastante.
De todas formas, con este cuadro podrás reconocer rápidamente de qué se tratan esas ganas de comer:
Hambre | Ansiedad |
Aparece de manera progresiva | Aparece de un segundo a otro |
Podrías comer cualquier alimento | Te apetece un alimento en específico |
Puede esperar | ¡Tienes que consumirlo ahora ya! |
Puedes parar de comer cuando estés satisfecho/a | Puedes terminar comiendo en grandes cantidades |
Si tienes hambre, no dudes en comer, pues es tu cuerpo pidiéndote energía. Ahora, si es por ansiedad, puedes elegir comer o no. Si decides hacerlo, comer con atención plena es una excelente forma de satisfacer la necesidad emocional que esconden esas ganas de comer. Es decir, tampoco es un problema o está mal comer por ansiedad, el “problema” surge cuando esto es muy habitual y/o se acompaña de una sensación de “descontrol”. Esto último lo podemos trabajar en la consulta, con herramientas del Mindfulness y Mindful eating.
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Por la Nutricionista Stephanie Kremer[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]